La Vida Sigue...
Desde hace días que había querido escribir esto, pero no me animaba a hacerlo. ¿Qué sucedió? Te comento:
Resulta que diciembre fue un mes fuera de cualquier cosa de las que regularmente suceden. Para el día 16 de diciembre, mi mamá decide salirse de su casa.. Sí! Literalmente salirse con la intención de dejar su vida atrás y comenzar una nueva vida o una nueva etapa en su vida. Se fue a la casa de mi hermana Mónica y para el día 19 de diciembre, entra al hospital porque tenía dos semanas con un dolor agudo arriba del estomago y ese mismo día le abren y le sacan la vesícula, y, deciden abrirle la panza porque se quejaba de que tenía un dolor abdominal fuerte, el caso es que descubren que tiene cáncer en el hígado y que ya se le había regado por todo el cuerpo, y nos dicen "estamos a unos meses de que su mamá se vaya, a menos que se programen rápidamente las quimios". Llego el 24 de Diciembre y mi mamá ya estaba en casa de Mónica nuevamente, ese día no fui a verla porque me quede a celebrar la navidad en Puebla, pero casi todos los días hablé con ella. Para el 31 de diciembre, tampoco fui pero hablé con mi mamá y le dije que estaría con ella el día 1 de Enero. Mi mamá se veía muy delgada y nos decían que era normal porque estaba en proceso de recuperación de la operación.
Le seguí llamando todos los días a la casa de mi hermana pero, a veces hablaba con ella, a veces no, porque mi mamá comenzó a perder fuerza rápidamente, no podía sostenerse en pie, no podía comer sola, no podía asearse por ella misma y entró al hospital el día 13 de Enero. El viernes 17 de enero tuve la oportunidad de ir al hospital y verla, ese día, Mónica estuvo por la mañana con mi mamá, le dio de desayunar, la baño, la cambió y yo entre a verla de las 4 a las 7 de la noche, estuve con ella y me decía que tenía mucho sueño porque no había dormido bien, le di de beber agua, la abrace, hable con los doctores, en fin, hice todo lo que mi mamá me pidió. Después entró Magda mi esposa, un rato estuvo con ella, mi mamá le dio una bendición muy especial, luego, regresé para despedirme de mi mamá con la certeza de que la vería al día siguiente y le dije "me querías tener cerca, ¿no? pus ahora me vas a tener que aguantar mañana todo el día". Tal vez, tenga algunos errores en los días señalados, pero en lo que no tengo errores es, en que, antes de salir de esa habitación, me detuve para ver a mi madre, a aquella mujer que me cargo y me cuido en ese pequeño vientre durante nueve meses y de ahí nació un niño con 3,550 gr de peso que, para ese entonces, era un niño grande, y ahora, ahora miraba a esa gran mujer que me cuido, a ese ángel en la tierra, a ese ser extraordinario que siempre confió en mí, a la mujer que, estoy seguro me amó más que a ella misma, la mujer que me procuró lo suficiente como para haber crecido sano… y ahora la miraba ahí, tendida en una cama, abatida, cansada, con un color en los ojos que denotaba que el cáncer avanzaba a pasos agigantados, solo se escuchaba su dificultad para respirar, su queja para poder siquiera mover un brazo, su imposibilidad de estirar una pierna, y yo, inutilizado de poder hacer algo….. un momento.
Tome su carita entre mis manos, observe su color de piel con el de mis manos y había mucha diferencia en los tonos de piel, volteó su rostro como sorprendida y cuando enfocó mi cara, sonrió. Me quede mucho tiempo sosteniendo su mano y observando su rostro. Después entro mi hermana Tere, le dio de cenar, la cambió y también se despidió de ella con la certeza de verla al día siguiente. Pero no, no hubo tal día siguiente. Nos llamaron a las 6 de la mañana que teníamos que ir al hospital y cuando llegamos nos informaron que mi mamá había fallecido de un infarto el sábado 18 a las 5:30 de la mañana.
Finalmente cremaron a mi mamá el domingo y minutos antes de la cremación, compré una pequeña urna para que depositaran unas pocas cenizas de ella y tenerlas en casa.... siempre le dije a mi mamá que se fuera a vivir conmigo, aun y estando enferma le dije que se fuera conmigo y no quiso porque tenía un razonamiento muy válido, me dijo "mira hijo, tu trabajas, Magda trabaja, Fer y Dany se van a su trabajo, Xime se va a la tienda, ¿Quién estaría conmigo? finalmente estaría sola y no quiero estar sola", yo le dije, "mira, si quieres te contrato a una persona para que te haga compañía, que solo esté mañanas y tardes porque para la noche llegamos todos y todos te podemos atender". Me dijo "No, no quiero estar sola y menos con una persona que ni es de mi familia". Bueno, ahora con las cenizas de mi mamá, ella vive conmigo y cuando yo me vaya, van a enterrar junto conmigo, esa urna con cenizas.
Ahora que mi mamá ya no está físicamente entre nosotros, sé y debo de entender que ya no tendré nunca más esa voz al otro lado del teléfono que me regañaba, que me aconsejaba y que me pedía cada vez que me contestaba, que me acercara más a Dios: “Hijo, busca de Dios, solo Él es la solución a todos nuestros males, solo Él puede ayudarnos a resolver nuestros problemas…. Mira hijo, la biblia dice que sí nosotros siendo malos sabemos dar buenas dadivas, ¿cuánto más nuestro padre celestial?… hijo, Dios te ama, y te lo ha demostrado en cada instante de tu vida, no lo hagas a un lado y congrégate… ¡¡Ricardo!! ¡Prométeme que te vas a congregar!” y yo. “Mamá, no te lo prometo pero voy a hacer lo posible”. Mi primera pregunta cuando hablaba con mi mamá era: “¿como estas?” y ella me decía “ay hijo, bien, muy bien, ya me siento mejor”.. ¡¡Ahora que lo pienso ¡Alerta Roja! Yo no le había preguntado cómo se sentía, le pregunte que cómo estaba y ella me daba la señal de preguntarle cómo se sentía y yo no me di cuenta a tiempo!!
¿Cuántas veces mi mamá hubiera querido que le preguntara cómo se sentía? Y tal vez ella no decía nada porque no quería preocuparnos, tal vez pensaba que ya teníamos suficientes problemas como para tener que preocuparnos por uno más, o tal vez, simplemente esperaba a que le preguntáramos que cómo se sentía y vernos mostrar un interés legitimo y genuino. No lo sé.
Ahora hablo más con mis hermanas, sé que hoy, cada vez que les llame les preguntare, “¿Cómo te sientes?", y escuchar todo, lo que me dicen y saber interpretar sus silencios. Esos silencios, que no deberían de ser porque, finalmente hacen daño, las personas tenemos ese maravilloso medio de comunicación que se refiere a la voz. La gente tiene que hablar si se siente mal.
¿Qué me diría mi mamá si ahora pudiera hablar con ella?
No te calles, di lo que sientes y como te sietes, habla con todos, con tu pareja, con tus hijos, con tus padres, con tus hermanos, con ¡¡TODOS!!
Llegará el momento en que intentes comunicarte y no habrá nadie que te responda…. al otro lado del teléfono….
No tengo con que cerrar este tema… solo agradecerte Mamá, y pidiéndote que siguas buscando los medios para poder hablar con nosotros. Como siempre, sigues dándome lecciones de vida. Besos Mamá!