El Despertador
El miércoles pasado, me llego la nota de un amigo que es psiquiatra y que la tituló “El Despertador”, e hizo la analogía de que la mayoría de las personas que usan el despertador para que este los despierte regularmente se molestan y muchos de ellos llegan incluso a golpear al despertador, o a tirarlo de un manotazo o simplemente apagarlo y seguir dormidos, “dos minutos” ¿no? ¿Te suena familiar?, “solo dos minutos más”. Y la analogía es que lo mismo pasa en sus consultas con sus pacientes, cuando habla con alguien que está deprimido o cuando tiene terapia en pareja alguno de los dos se molesta porque él provoca que alguno de los dos despierte y al otro no le convenía o no quería que su pareja despertara, o bien, cuando es una consulta individual, el individuo sale de su zona de confort y esto muchas veces le molesta debido a que para algunas personas es mejor estar en la depre y aislarse del mundo que enfrentar a su propio mundo y salir al exterior.
Este amigo concluyo escribiendo que si ya hiciste un esfuerzo por comprar el despertador, si lo compraste para que hiciera una función específica, lo uses y no te enojes con el despertador, en el mejor de los casos enójate con la persona que lo compró y así mismo, si estas pagando por una consulta (sabemos que no es nada barato la consulta con un psiquiatra) no te molestes por lo que te digan o si te hacen despertar, finalmente estas pagando y asististe por tu propio pie y nadie te obligo a estar ahí.
Bueno, cuando comencé a leer su nota, pensé que iba a hablar del tiempo, aunque su analogía es muy buena, yo me enfoque en el tiempo, en ese tiempo que tenemos y que no imaginamos que lo gastaremos tan rápido porque pensamos que aún nos falta mucho tiempo para morir. Si, así es, como lo hemos comentado en ocasiones anteriores, te tengo una mala noticia: Te vas a morir. ¿Cuándo? No lo sé, pero algún día sucederá y cuando estés cerca podrás hacer una evaluación de lo que fue tu vida y valoraras si el tiempo que tuviste lo invertiste, lo aprovechaste o simplemente lo gastaste (hablando en el sentido estricto de gastar y no de invertir).
Hagamos cuentas, de acuerdo a los científicos y la teoría del Big Bang la tierra se creó hace unos 6 mil millones de años, el hombre apareció en la tierra hace unos 25 mil años y el promedio de vida actual de los mexicanos es de 80 años. En tu mente imagina un circulo en donde puedas meter 6 mil millones…. Cambiemos, piensa en función de dinero, es más tangible que el tiempo, ¿Qué harías si tuvieras 6 mil millones de pesos? ¿Sería lo mismo si tuvieras 25 mil pesos? ¿Y si tuvieras 80 pesos? ¿Me explico? Nuestra vida y el paso por la tierra son muy breves, extremadamente cortos, ¿Qué es lo que nos conviene? ¿Gastar o invertir nuestro tiempo?
Sigamos con las cuentas, supongamos que vivimos 80 años, traducido a días equivalen a 29,200 días, a 700,800 horas, a 42,048,000 minutos y a 2,522,880,000 segundos. Como te he comentado en otras ocasiones, conforme voy escribiendo comienzo a pensar en mí mismo y las evaluaciones, conclusiones etc., las hago para mí mismo, así que sigamos con las cuentas: Nací el 26 de Julio de 1964, esto significa que tengo 48 años, 3 meses y 14 días, lo que equivale a 579 meses y 14 días, que es igual a 17,625 días y que valen 423,000 horas, que son igual a 25,380,000 minutos, por lo que he vivido 1,522,800,000 segundos. ¿Cuánto tiempo me queda por vivir si llegara a 80 años? El 40 % de mi existencia ya que he vivido el otro 60 %. No sé para ti, pero para mí, aun me queda mucho por hacer y tengo el tiempo suficiente.
Aun y cuando me quedara el 1% de vida, tendría mucho por hacer ¿Por qué? Porque en México y para los mexicanos somos muy especiales en esto del tiempo, por ejemplo, recuerdo muy bien que en base a un estudio de mercado y de acuerdo a las preferencias de los cuentahabientes y porque el mercado así lo demandaba ya que Bancomer lo hizo primero, el banco, Banamex, decidió ampliar su horario de atención al público de 2 de la tarde a 5 de la tarde, y aun así seguían llegando clientes corriendo al 2 para las 5 queriendo que los atendieran. Y lo mismo sucedía en las sucursales de supermercado que cerraban a las 7 de la noche.
¿Qué sucedería si la muerte llegara en este momento y nos dijera “en 5 minutos nos vamos”? Primero, negaríamos “esto no me puede estar pasando a mí”, segundo, el reclamo evidente “¿Por qué a mí, no te puedes llevar a otra persona”?, tercero, la negociación, “dame unos minutos más, por favor, porque sucede que aun tengo muchas cosas pendientes”, y por último, la resignación, “ok, amonos!!”. Y en esto que suena a broma, se encuentra la negociación en donde pediríamos tener un poco más de tiempo, porque seguramente nos daremos cuenta o sabremos que mucho de nuestro valioso tiempo lo hemos desperdiciado ¿o no?
¿Qué es lo más valioso que tienes? Exacto, estamos hablando de ello, del tiempo. Las cosas que posees realmente nos las posees, por el contrario, las cosas te poseen a ti porque tu dependes o necesitas de ellas, no ellas de ti… Andale wey!!, ¿lo habías pensado así? Todas aquellas cosas que tengan un valor económico o monetario realmente no son importantes, las cosas que nos son necesarias y que poseen un valor incalculable son aquellas que no tienen precio, por ejemplo; La amistad, el amor, la honradez, los valores, la pasión y todo aquello que en este momento estas pensando y por supuesto hasta la misma persona en la que estas pensando.
Por hoy hasta aquí lo dejamos, pero el tema no termina, siento que podemos hacer todo un tratado del tiempo para descubrir su verdadero valor, y no solo porque pensamos que tenemos mucho tiempo lo desperdiciemos como hasta ahora lo hemos hecho. Si, ya sé que me dirás que tu lo aprovechas y que por lo tanto no debo generalizar, pero no te preocupes, hable de mi, de darle el valor al tiempo y no seguir desperdiciándolo. Tal vez pienses ¡ándale ka, sigue escribiendo y perdiendo tu tiempo!, pero te confieso algo, no desperdicio mi tiempo porque esta es una forma de dirigirme a ti y reflexionar juntos en un tema que tal vez no le habíamos dado la importancia requerida o simplemente, nos olvidamos del tiempo porque lo tenemos en el hoy y el ahora.
La próxima semana pondré en práctica un ejercicio que traigo en mente para la administración del tiempo y para que sepa si lo que estoy haciendo durante el día y durante los días que me restan de vida es importante o solo estoy malgastando mi tiempo, ya lo evaluaremos juntos porque de salir todo bien te aseguro que lo compartiré contigo con la finalidad de que lo pongamos en práctica, ¿estás de acuerdo?
Recibe un abrazo.