De Regreso
Hace tiempo que no escribía y eso fue porque la maquina en la que escribo, sufrió un accidente.
Resulta que estaba sobre el escritorio de la casa y, un sábado después de escribir y publicar la nota de mi cumpleaños, nos pusimos como familia a limpiar la casa y, sobre el escritorio tengo unas repisas en las que también tengo discos grabados, discos vírgenes, películas y… un cenicero de cristal rustico que pesa aproximadamente unos 350 gr y, que cayó sobre la maquina desde una altura aproximada de metro y medio. Si le hubiésemos querido atinar en pegarle al disco duro de la maquina, seguramente no le atinaríamos tras muchos intentos, pero, el cenicero cayo justo ahí, en el disco duro y eso provocó, que se rayara y que se perdiera toda la información que tenía.
¿Qué tenía? Fotografías de amigo y familiares, fotos de mis hijas desde 1998 y hasta 2013, fotos de reuniones, viajes, salidas, comidas, cumpleaños, salidas de escuela, regaños, primeras borracheras de mis hijas, videos de salidas, de paisajes, de fiestas etc. Y escritos que a muchos de ustedes les envié desde el 2000 y hasta la fecha. Podrás pensar ¿de plano era una maquina tan vieja? Y no, sucede que siempre había hecho respaldos y después lo bajaba a la nueva máquina. Ok, podrás pensar ¿usa alguno de esos respaldos? Bien, sucede que los respaldos los hacía a través de una USB que para poder usarla posteriormente, la formateaba. ¿Qué porque no usé discos? Porque la información ya era superior a los 25 gigas. Y ¿Qué crees? Te podre dar mil y un pretextos, pero no conserve ninguno de los respaldos anteriores, así que, empecemos de cero.
Lo primero que podemos pensar es que, si, es una lástima que todo aquello que podría ser parte de mis recuerdos, se haya perdido, pero, rescatando lo bueno de este “accidente” es que Dios me dio la oportunidad de vivir cada uno de esos instantes, que los tengo grabados en la memoria y que con solo recordar cada uno de ellos, pasan por mi mente como si los estuviera viviendo de nueva cuenta.
Muchas, muchas, muchas pero hartas veces, en compañía de la familia, conectábamos el equipo a la televisión y nos tirábamos todos en la alfombra para ver esas fotos o esos videos; preparábamos una sangría, o una piña colada, o una tanda (más bien varias tandas) de “palomas” (tequila con agua mineral y refresco de toronja), o ya de plano, abríamos las cervezas y nos poníamos a recordar cada uno de esos momentos… “¿te acuerdas de esa fiesta, estuvo el fulano, el zutano, ah! Y Fer fue con el innombrable, y Ximena hizo “X” y Daniela… que oso!!!” y bueno.., eso ya no podrá ser porque esas fotos y videos, ya no existen.
No todo está mal, porque, ahora tenemos la oportunidad de renovarnos, de ir hacia adelante, de vivir nuevos eventos y grabarlos, de invitar a aquellas amistades y familiares que a través del tiempo no hemos podido reunirnos por “compromisos” de ambas partes.
Este año, especialmente, 2013, hemos tenido 3 decesos, podrías pensar que son muchos o que algo está pasando, pero, en años anteriores gracias a Dios habíamos terminado con saldo blanco. Esas personas que ahora siguen con nosotros pero en otro plano existencial, siempre estarán presentes en todo aquello que hagamos, en cada celebración, en cada evento, en cada momento.
Aunando pensamientos, creo, que nada en la vida es para siempre, cada cosa, cada persona, cada situación tiene un ciclo de vida en donde existe un punto en el que comienza el evento y otro, en el que termina, para dar paso a que tu, como yo, como cada persona, debemos adaptarnos a las circunstancias actuales y moldearlas según sea el caso.
¿A que me refiero? A que debemos estar consientes y saber, que podemos cambiar en todo momento mediante el gran deseo de quererlo.
Ni tú, ni yo ni nadie sabe cuánto tiempo durará nuestra experiencia como humanos, así como no sabemos cuánto tiempo vamos a vivir, y lo importante es que mientras podamos hacerlo, tendremos este o cualquier otro medio de comunicación. ¡¡ES MARAVILLOSO ESTAR VIVOS!!
Esta situación de estar vivos, me lleva a pensar en el planeta, en pensar en los cambios que ha sufrido en el transcurso que, según los expertos, data de millones de años y que cada año, o cada tiempo determinado, sufre cambios nuevamente. Ahí es en donde entra esta idea, de cambios, de adaptación… aunque, la adaptación es bidireccional, nos adaptamos a los cambios, o hacemos un cambio en nuestro entorno para mejorar nuestro ambiente. Claro, todo depende de la situación.
Bien, este tema de cambio, lo tacaremos para fin de año, en el que todo queremos cambiar y renovar para iniciar con el nuevo año.
Como diría mi tío Raúl: “Estas de regreso”, o que diría mi cuñado Pablo: “pero si ya te estabas tardando”, y por último pero no menos importante, como diría mi tío Memo: “¿Dónde andabas hijo?”
Gracias y que tengas una semana extraordinaria!!